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Cuando hacía poco que trabajaba como ilustradora, cuando
todo eran primeros pasos, primeros intentos, también llegó a casa la primera
computadora.
Primero aprendí a usar el editor de texto, después a manejar
algunos programas de diseño, por necesidad.
Necesitaba trabajo y mi oficio de tablero como diseñadora estaba en
desuso. No podía presentar mis ideas a concurso a mano alzada…
Así, aprendiendo a trazar curvas, paralelas y círculos
llenos de nodos, ganamos, junto a una colega, aquel concurso.
Poco después llegó un cable que, vía teléfono, me acercaba
un mundo: internet. Por mucho, muchísimo tiempo nadie podía comunicarse por esa
vía, el teléfono. Daba ocupado, incluso hasta las cuatro de la madrugada, hora
en que me dedicaba a navegar por el mundo, y ver y mirar y hasta escuchar. Algo
impensable para mí, unos años antes.
Así, en aquella época, navegando por ese mundo descubrí un
sitio en internet: Cuatrogatos. Ahí leí
y leí reseñas de libros nuevas y viejas, recorrí el archivo de arriba abajo, de
clic en clic, asombrada. Por aquella época, en Argentina, la crítica de libros
para niños, era prácticamente nula, y mucho más nula la crítica de ilustraciones
de los mismos libros.
Cuatrogatos se convirtió en una especie de diario al que
volví cada día durante mucho tiempo. Así me enteraba de lo que pasaba en el
mundo, el mundo de los libros para chicos.
Por la misma época, apareció Imaginaria. Entonces,
Cuatrogatos primero (para mí) e Imaginaria después, se convirtieron en puntos
de referencia.
Un día la página web de Cuatrogatos se detuvo en el tiempo.
Lo lamenté. De todos modos, regresé una y otra vez, hasta que muchos años más
tarde, reaparecieron (los Cuatrogatos) con un blog. ¡Alegría!
En fin… esta pequeña historia es para poder explicar la
felicidad y la alegría que me provoca recibir este reconocimiento de una
fundación que fue y sigue siendo un lugar desde el que miro gran parte de este
mundo, el de la literatura infantil y juvenil. Nunca habría imaginado que
después de mirarlos por tantos años, un día me verían.
¡Mil gracias Cuatrogatos! ¡Mil gracias Sergio y Orlando por
seguir poniéndole garra y hacerme parte!
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7 comentarios:
Alegría compartida. Sabés lo que me gusta ese libro... Aplausos.
Grande, María!!! Iris
¡Felicidades María!
Un abrazo grande desde Quito
Felicidades María, amo "papá a veces...", un gran abrazo!
¡Enhorabuena!
Un saludos desde Cuernavaca, México.
Felicidades María!
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